miércoles, 26 de noviembre de 2014

Escudos de Santander (X)


Siguiendo con los escudos de Santander dispersos por la ciudad, hoy nos vamos hasta La Magadalena, en concreto a las Caballerizas Reales, en la calle Familia Real, donde podemos encontrar este escudo hecho con arbustos. La pena es que a nivel de calle apenas se aprecia. Lo ideal sería verlo desde un lugar alto para poder apreciar tanto el detalle como los colores.

Este escudo es una muestra más del buen hacer de los jardineros responsables del mantenimiento del Parque de La Magdalena.


jueves, 20 de noviembre de 2014

Refugios antiaéreos (V)


Acaba de ser abierto al público el refugio antiaéreo situado en la Plaza del Príncipe y para visitarlo hay que reservar hora en la Oficina Municipal de Turismo. El refugio fue construido en 1937 y sólo estuvo en uso unos meses, pues dejó de emplearse el mismo año 1937, cuando las tropas nacionales entraron en Santander, que hasta entonces estaba en el bando republicano.

El refugio fue descubierto en 2006, en perfecto estado de conservación, durante las obras de remodelación de las plazas de Velarde y del Príncipe. Está construido en hormigón y consta de varias galerias conectadas entre sí. Se construyó de este modo para que la onda expansiva de las bombas afectara lo menos posible a quienes se refugiaban en él.



El acceso original era por dos escaleras que se conservan pero que por motivos prácticos y de seguridad no están accesibles. Para acceder se ha construido una escalera más cómoda dotada de plataforma para sillas de ruedas. La visita al refugio es guiada por una arqueóloga que hace las veces de guía y relata de forma muy amena y didáctica cómo se construyó el refugio, las normas de uso, cómo se produjeron los bombardeos a Santander, etc.

La visita está complementada con la proyección de videos con imágenes de la Guerra Civil en Santander, planos de los refugios construidos en Santander,  y con testimonios de personas que vivieron esa época y recuerdan cómo era la vida esos días y la construcción del refugio.




Al inicio de la visita la iluminación dentro del refugio es como la que había dentro durante los bombardeos. En un momento de la visita se escucha una sirena antiaérea, el ruido de los motores de los bombarderos que se acercan, el silbido de las bombas al caer y el retumbar de las explosiones. Al explotar las bombas las luces parpadean y el suelo y las paredes tiemblan. El efecto está muy bien conseguido y es sobrecogedor.


En las galerías hay algunas sillas orginales de la época y unas vitrinas en las que se expone un traje completo de piloto alemán, una foto de una casa de la calle Alta bombardeada, con escombros auténticos en el suelo, y un cenotafio, escrito en alemán, dedicado a dos pilotos alemanes que se estrellaron en el campo de aviación de La Albericia y que fue descubierto enterrado.



martes, 18 de noviembre de 2014

Casas singulares (XV)


Hoy vamos a hablar sobre el edificio situado en la esquina de las calles Calderón de la Barca e Isabel II. En realidad es un conjunto de tres edificios que forman una manzana y que en su día eran iguales. De los tres edificios originales sólo quedan dos, nuestro protagonista de hoy y el situado en el centro del conjunto. El tercero estaba situado en la esquina de las calles Calderón de la Barca y Lealtad, pero despareció en el incendio de Santander de 1941. En lugar de reconstruirlo, se levantó en el solar un horrible edificio que hoy está pintado de amarillo y ocupado por la Consejería de Medio Ambiente.


El edificio del centro sigue la misma línea del conjunto pero, desgraciadamente, su estado de conservación, al menos en lo que a la fachada se refiere, no es muy bueno.


Sin embargo, el situado en la esquina de las calles Calderón de la Barca e Isabel II luce un magnífico aspecto al haber sido recientemente restaurado. Tiene unos miradores muy bonitos en sus tres fachadas. El último piso es abuhardillado y las ventanas son semicirculares. La que da a la calle Isabell II está rodeada por molduras y la que da a la calle Calderón de la Barca, más pequeña, está rematada por una gran moldura.