miércoles, 25 de octubre de 2017

Alquiler de coches

Quienes seguís habitualmente el blog habréis visto que en algunos artículos he puesto imágenes procedentes del Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS), un organismo dependiente del Ayuntamiento de Santander que "tiene como objetivo poner a su disposición el patrimonio fotográfico municipal", como se puede leer en su página web, en la que se pueden ver, y comprar, más de 9.000 fotografías históricas, en su mayoría de Santander. Dispone además de un buscador para localizar fotografías sobre un determinado tema, un lugar concreto, acontecimientos, etc.

Es una página muy interesante que os recomiendo visitar, sobre todo si queréis conocer cómo era antes Santander. Pues bien, mirando fotos encontré dos que me llamaron la atención. Son las que podéis ver a continuación. Las tomó el fotógrafo Pablo Hojas Llama en 1964 y muestran los coches de una empresa de alquiler de coches. Como podéis ver, en aquella época había tan poco tráfico que se podía aparcar en la calle Marcelino S. de Sautuola bajo el arco del Banco Santander. La otra foto está tomada en la calle General Mola (actual Ataúlfo Argenta).



Destaca el pequeño poste que hay en la esquina de la calle y que tiene un cajetín con un teléfono. En el cajetín se puede ver el número de teléfono de la empresa, el 22454, y también se puede leer el texto: "Pequeños turismos de alquiler". Lo que no se ve es el nombre de la empresa. Los coches se alquilaban con conductor ya que éstos llevan la placa SP (servicio público).

Esos postes con cajetines con teléfono también los había en las paradas de taxis, a las que se podía llamar para pedir un taxi. Como se ve en las fotos, la empresa sólo alquilaba un único modelo de coche, el Renault Dauphine, conocido popularmente en España como el "coche de las viudas" debido a su tendencia a perder el control en las curvas cerradas por su desfavorable reparto de pesos, lo malas que eran las carreteras de la época y la inexperiencia de los conductores.



viernes, 13 de octubre de 2017

Un poco de historia (LXVIII)

El ensanche de Santander


A partir del siglo XVIII es cuando se traza el llamado Barrio Nuevo. El primer ensanche de la ciudad comprendió la zona entre el Cantón del Mar y la calle del Martillo y es cuando se construyen las primeras casas del Muelle y se trazan nuevas calles paralelas al mismo.

El ingeniero Llovet fue el encargado de redactar el proyecto y los planos de las primeras cinco casas del Muelle. Cuando Agustín de Colosía sustituyó a Llovet proyectó una plaza de una longitud equivalente a dos manzanas de casas del Muelle. Dados los problemas que surgieron entre Colosía y el Ayuntamiento, que consideraba la plaza "excesivamente reducida", se decidió que el ingeniero se limitara exclusivamente a las obras de los muelles y el Ayuntamiento se encargaría de la urbanización de calles y plazas. Como Colosía había diseñado la decoración de la plaza con arcos en todo su perímetro, incluso en la parte posterior de las casas del Muelle, el Ayuntamiento dictó la obligación de construir arcos en las casas que se construyeran en lo sucesivo. En 1815 el empresario López-Dóriga construye su casa con soportales al inicio del ensanche. Mientras tanto, se sigue con la construcción de los muelles y ganando terreno al mar para extender la ciudad. En 1805 el ingeniero Alday termina la parcelación de los solares del barrio de Peña Herbosa siguiendo los planos de Colosía. Los planos del ensanche contemplaban el trazado de calles en cuadrícula, transversales y paralelas al Muelle, dando mayor anchura a una de éstas para que fuera la calle principal de la nueva zona. En 1816 se empieza a empedrar la nueva zona y esta calle principal que empezaba en la casa de Dóriga y terminaba en el Martillo recibió el nombre de Hernán Cortés.


Calle Wad-Ras
Calle Wad-Ras (1920)

En 1825 el ingeniero Guillermo Calderón termina los muelles hasta la altura de la calle de los Santos Mártires (actual calle Lope de Vega) y en 1826 el empedrado llega hasta la plaza Nueva (donde actualmente está el Mercado del Este). En 1846 se construye la casa del Muelle que hace esquina con la actual calle Lope de Vega y el avance del ensanche se detiene hasta que Calderón continúe la línea de muelles. Los edificios que se iban construyendo en las calles paralelas al Muelle respondían a las características (dimensiones, categoría, etc.) que se esperaba tendrían las edificaciones de una ciudad moderna.

Sin embargo, un regidor propone que, dado que los edificios que se estaban construyendo tenían un coste extraordinario para una ciudad como Santander, dada la dificultad de conseguir inversores capitalistas para su construcción y dado que el tráfico de mercancías por el puerto era cada vez mayor y que se necesitarían más y más grandes edificios para su almacenaje, se construyeran a partir de la plaza Nueva edificios para este fin. Deberían ser más bajos y seguir el trazado de calles ya establecido. Por entonces los señores Bolado y Regules ya habían empezado a construir sus casas en el Muelle (portales números 15, 16 y 17) con soportales con arcos en la fachada trasera, la que da a la plaza. Por su parte, Botín en la nueva calle también había empezado a construir su casa con soportales con arcos en su fachada principal. Esto hizo que el citado regidor propusiera que los edificios al este y al oeste de la plaza también tuvieran soportales con arcos para así construir un paseo cubierto alrededor de la plaza.

Afortunadamente esta propuesta no tuvo éxito aunque, en la última etapa del ensanche, junto a la plaza de Molnedo se permitió construir algunos edificios de una planta entre las calles Calderón y General Espartero, de los cuales aún subsisten algunos. La calle que discurría desde el Martillo hasta la pequeña transversal junto a la fachada este del edificio de Botín recibió el nombre de Wad-Ras.

A medida que se van ganando terrenos al mar hacia el este se plantea el problema de la topografía del terreno por la diferencia de altura en la ladera de Santa Lucía, lo que suponía que las calles estuvieran a distinta rasante. Hubo que realizar desmontes e importantes movimientos de tierra así como construir muros de contención, como el de la calle Bonifaz. Como las calles paralelas al Muelle estaban a distinta altura, las calles transversales, Lope de Vega y Gándara, tienen una pendiente tan pronunciada.


Calle Daoíz y Velarde
Calle Lope de Vega

En 1853 ya estaban construidas todas las manzanas de casas hasta Lope de Vega, abierta en 1858, y empedradas las tres últimas bocacalles. En Lope de Vega terminaba la calle Velasco, continuación de la calle Wad-Ras. El proyecto del ensanche preveía la construcción de un pequeño espacio verde entre las calles paralelas al Muelle. Debido a su forma pronto se le empezó a llamar "el Cuadro", quedándose con ese nombre. En 1862 el Ayuntamiento da el nombre de Colosía a la calle trasera del Muelle en su tramo desde la plazuela del Príncipe hasta el Martillo, mientras que al siguiente tramo le asigna el nombre de Calderón.

Cuando se empezó el último tramo del ensanche, el Ayuntamiento dio el nombre de General Espartero a la calle principal del mismo. Aunque las últimas casas del Muelle fueron terminadas hacia 1875, las obras aún continuaban en las calles paralelas. En 1888 se termina la calle Gándara (llamada así en recuerdo del arquitecto montañés Gerónimo Gándara) y pocos años después terminan las obras del ensanche, junto a Molnedo.

Por otro lado, la tercera paralela al Muelle recibió en 1855 el nombre de Daoíz y Velarde como homenaje a los héroes del Dos de Mayo. Sin embargo, cuando se inició el ensanche a partir de la calle Lope de Vega, los urbanistas hicieron un nuevo trazado, quebrando la prolongación de esta calle. La nueva calle recibió el nombre de Peña Herbosa.

En 1875 entró en servicio el tranvía impulsado por el empresario Santos Gandarillas y cuyo trazado discurría por las calles Hernán Cortés, Wad-Ras, Velasco, General Espartero y al llegar a Molnedo seguía por la calle Juan de la Cosa hasta El Sardinero. Al volver, al llegar a Molnedo entraba por las calles Calderón y Colosía hasta la plazuela del Príncipe, desde donde enfilaba de nuevo la calle Hernán Cortés.

Tranvía de Gandarillas en la calle Hernán Cortés
Tranvía de Gandarillas en la calle Velasco

En 1892 el empresario César Pombo pone en marcha un tranvía que parte de la calle del Martillo, sigue por las calles Daoíz y Velarde, Peñaherbosa, Molnedo y Tetuán para, a través de un túnel, salir a La Cañía y llegar a El Sardinero. La vuelta la hacía por el mismo recorrido.

Tranvía de Pombo en la calle del Martillo

A medida que se iban prolongando las calles hacia el este, en las diferentes fases del ensanche, cada nuevo tramo de la calle Hernán Cortés recibió un nombre diferente según estaba previsto en el proyecto de Colosía:

  • Hernán Cortés. Nombre que recibió el primer tramo y que, como ya se ha dicho más arriba, empezaba junto a la casa de López-Dóriga y llegaba hasta la calle del Martillo.
  • Wad-Ras1. Este nombre lo tenía el tramo comprendido entre la calle del Martillo y la travesía en la que hasta hace no mucho había un concesionario de Citroën.
  • Velasco2. Este era el nombre que tenía el siguiente tramo, hasta la calle Lope de Vega.
  • General Espartero3. Nombre que tenía el último tramo, desde Lope de Vega hasta Molnedo.

Esta situación se mantuvo hasta 1949, año en el que el Ayuntamiento decidió unificar la nomenclatura de las calles con más de un nombre. En este caso la calle se quedó con el nombre de Hernán Cortés. Las calles Colosía y Calderón también se unificaron y en 1938 recibieron el nombre de General Mola (actualmente se llama Ataúlfo Argenta).

Calle Gándara (1980)
Calle General Mola (1967)
(Autor: Pablo Hojas Llama)
(Imágenes procedentes del Centro de Documentación de la Imagen de Santander)


1 Conmemoraba la Batalla de Wad-Ras, que tuvo lugar el 23 de marzo de 1860 durante la Campaña de Marruecos (1859-1860) que España llevó a cabo en el norte de África para reducir las hostilidades contra la ciudad de Ceuta. Las tropas dirigidas por los generales Echagüe, Ros de Olano y Prim vencieron a las fuerzas rifeñas en el valle de Wad-Ras.
2 Rendía homenaje al marino Luis Vicente de Velasco Isla, nacido en Noja en 1711. En 1754 es nombrado capitán de navío y en 1762 es encargado de la defensa del Castillo de El Morro, en La Habana. Murió heroicamente resistiendo el bloqueo y las acometidas de la escuadra inglesa. Actualmente la calle Luis Vicente de Velasco se encuentra en Cazoña.
3 El general Espartero combatió en, entre otras guerras, la de Independencia y las Guerras Carlistas. Presidió dos veces el Consejo de Ministros y fue Jefe del Estado como regente al sustituir en la regencia a María Cristina de Borbón durante la minoría de edad de Isabel II.


Un poco de historia (LXIX). El Fuero de Santander
Un poco de historia (LXVII). La plaza de Velarde