sábado, 24 de febrero de 2018

El otro Santander (XI)

La calle Cuesta


Es una pequeña calle peatonal situada frente al Ayuntamiento pero que suele pasar desapercibida para quien pasa frente a ella. Hoy en día, además de los locales de hostelería, apenas quedan comercios. Al final de la calle hay unas pequeñas escaleras que la comunican con la Cuesta del Hospital.

Recibió su nombre en 1845, y recuerda a Antonio Cuesta, un famoso boticario del Santander del siglo XIX que tenía una botica en la calle Atarazanas y en cuya rebotica se reunían en tertulia los intelectuales de la época. En 1882 surgió el proyecto de abrir un túnel al final de la calle, bajo las calles Rúa Mayor y Rúa Menor, para comunicar la calle Atarazanas con la plaza de Las Navas de Tolosa y las estaciones de ferrocarril. Debido al desnivel con la Cuesta del Hospital, los bajos de los edificios se convirtieron en almacenes, bodegas, cafés-cantantes y tablaos flamencos, muy frecuentados por los soldados que esperaban a ser embarcados a Cuba y por los que eran repatriados.

Calle Cuesta (1968)

Ya en el siglo XX, el periódico liberal La Montaña tuvo su rotativa en esta calle. En el local del fondo de la calle estuvo a punto de abrir una sala de cine la familia propietaria del mismo, pero no llegó a un acuerdo con el inquilino, un bodeguero y tonelero. A mediados de los años 60 se estableció en ese local la sala "La Belle Epoque", una sala de baile, antecesora de las discotecas, que se mantuvo hasta los años 80 y que mucha gente aún recuerda. Otros locales muy recordados son el "Mesón de la Tortilla", "El Toboso" y, sobre todo, "La Casona", propiedad de "el pobre Chus", y que era un pequeño museo por la cantidad de objetos de todo tipo que adornaban el local, incluidos cuadros de Dalí, Miró y Fernando Calderón. Al igual que hoy en día muchas zonas de la ciudad tienen su propio ambiente, la calle Cuesta también tuvo el suyo, muy animado tanto a la hora del aperitivo como por la noche.

Bajo las escaleras que comunican la calle con la Cuesta del Hospital hubo durante muchos años unas taquillas en las que se podían comprar entradas para los partidos del Racing, los circos que venían a la ciudad y otros espectáculos.

La calle Cuesta en la actualidad



El otro Santander (XII). El pasadizo Sarasola
El otro Santander (X). La avenida de Maura



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, escribe tu nombre y tu comentario. Los comentarios con información personal (teléfono, correo electrónico, dirección, etc.) o que sean ofensivos, de mal gusto, etc., no serán publicados. Tampoco serán publicados los comentarios con contenido comercial o publicitario y aquellos que no tengan relación alguna con el contenido del blog.

Si quieres que te responda en privado, utiliza el "Formulario de contacto" indicando tu nombre y dirección de correo para que pueda responderte. Muchas gracias.